Tras el pacto con Milei, Macri disputa campaña con Massa

El acuerdo entre el fundador del PRO y el candidato de LLA reavivó la enemistad

Pulso Redacción ARG360
653f0a2162a2c__420x280

El acuerdo entre el fundador del PRO y el candidato de LLA reavivó la enemistad pública y privada entre el ministro y el ex mandatario. Incertidumbre interna en el equipo libertario

Según algunas versiones, legisladores nacionales electos de LLA podrían plantear próximamente y en público, de manera más formal y homogénea, la disconformidad con el pacto alcanzado entre Macri y el candidato libertario. Algunos ya lo hicieron puertas adentro, y aprovecharon la movida para poner reparos a algunos proyectos. Uno de ellos es Sergio Vargas, el senador provincial electo que más votos sacó en la provincia de Buenos Aires, que protestó por la propuesta de Victoria Villarruel de mudar a la Aduana a la órbita del Ministerio de Seguridad, tal como lo habrían publicitado la semana pasada tres asesores de la candidata a vicepresidenta, uno de ellos ex director de esa área durante la época de Juan José Gómez Centurión. Vargas es funcionario en licencia de ese organismo.

En el seno de LLA circulan además versiones de inquinas internas. Ese incipiente revuelta palaciega, ¿podría incluir a Carlos Kikuchi, uno de los principales armadores del candidato?

Según trascendió de fuentes macristas, el ex presidente ungió como uno de sus articuladores con el equipo de LLA al senador José Torello, de su más absoluta confianza, uno de sus históricos amigos. Se mencionan además cada vez más dirigentes del PRO que podrían prestar servicios en un eventual gabinete libertario si es que Milei triunfa en las elecciones. El rechazo a Massa es un aglutinador común del universo macrista. “Massa es la peor opción, creo que con Milei hay una pequeña chance de que salga bien, más después de este golpazo que se pegó”, remarcó a Infobae uno de esos allegados a Macri que fue ministro durante su gobierno.

Cerca de Milei hay incertidumbre. La centralidad de Macri, aseguran, es un arma de doble filo que puede hacerle perder al candidato a la Presidencia la originalidad anti casta con la que capitalizó buena parte del descontento social para suplir la fragilidad de su armado y la debilidad con la que otro sector del electorado analiza a su figura.

Ya durante la campaña de Bullrich, después de las PASO, en la batería de focus encargados para testear el humor social se había concluido que el ex presidente no tiene una buena aceptación en una porción grande de la sociedad, más bien lo contrario, en especial en el conurbano bonaerense, donde Massa se hizo más fuerte en las elecciones generales. En su momento, la ex ministra de Seguridad decidió sin embargo incorporar al fundador del PRO a su campaña para cortar de cuajo con los flirteos entre el ex jefe de Estado y el economista libertario.

En ese contexto, la historia de desencuentros y aversión acumulada entre Massa y Macri lleva ya varios años, y el resultado del balotaje puede inclinar la balanza, para uno u otro lado, de ese vínculo tortuoso.

La última vez que ambos hablaron por teléfono, según trascendió públicamente, fue en mayo del 2019, después del intento de acercamiento con otros sectores políticos lanzado por el ex presidente antes de las PASO que perdió por algo más de quince puntos frente a la dupla Fernández-Fernández de Kirchner.

Un par años antes, en el 2016, Massa se había opuesto a que los familiares de los funcionarios pudieran acceder al blanqueo impulsado por la Casa Rosada y que, finalmente, el propio Macri introdujo por decreto. En todo ese tiempo, durante la gestión de Cambiemos, hubo numerosas idas y vueltas, mucho menos conflictivas en territorio bonaerense: el ministro de Economía fue uno de los principales garantes de la gobernabilidad de María Eugenia Vidal.

Al principio del gobierno, Macri no solo lo recibió antes que nadie y a solas, horas después de asumir, en Casa Rosada, si no que incluso lo subió al avión hacia Davos, en la gira en el foro financiero y empresario en el que lo presentó a Massa como uno de los jefes de la oposición. Es más: antes de eso, y de llegar a la Casa Rosada, el jefe del PRO y su mujer, Juliana Awada, habían recibido para cenar milanesas en el departamento que entonces habitaban sobre la avenida Libertador al ex intendente de Tigre y Malena Galmarini, una comida cuyo objetivo consistía en la posibilidad de acordar de cara al futuro.

Macri después le colocó el mote de “ventajita”, lo que fastidió especialmente al ministro. “Es un cínico inconsistente”, lo acusó en septiembre pasado. Ahora, Massa quiere sacarle el jugo a ese disputa. El ex presidente confió entre sus íntimos que le preocupa, y mucho, lo que pueda pasar a partir del próximo 10 de diciembre si el ministro es presidente. El estilo de ejercicio de poder del tigrense le provoca una mala corazonada.

Te puede interesar
920395-zzzzzz_0

CAOS EN EL CONGRESO

Redacción ARG360
Pulso

El Congreso de la Nación fue el epicentro de dos escenarios que expusieron, una vez más, la crisis política y social que atraviesa Argentina

916595-3-a-7

Milei designa jueces en la Corte Suprema por decreto

Redacción ARG360
Pulso

El presidente Javier Milei ha firmado un decreto para nombrar a Manuel García Mansilla y Ariel Lijo como jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, una decisión que ya ha sido calificada como inconstitucional por juristas y organismos de derechos humanos

Lo más visto