Cinwololo: la inmensidad sensible

En esta entrevista, la autora comparte cómo ha logrado construir una comunidad que acompaña, comparte y crece a lo largo de su recorrido literario

CulturaEsteban CastrománEsteban Castromán
Cinwololo 1

Cintia Scacciaferro (a.k.a. Cinwololo) es una escritora que ha sabido conectar sus vivencias personales con la sensibilidad y la profundidad emocional de su obra. 

Desde sus primeros dibujos hasta sus reflexiones más íntimas, la música y la vida se entrelazan en cada palabra, en cada frase, en cada historia.

En esta charla, nos cuenta cómo un colibrí herido se transformó en el punto de partida de su libro Diario de un colibrí, una obra que, más allá de narrar una experiencia personal, ha tocado fibras profundas en sus lectores al abordar temas como el duelo, la resiliencia y la importancia de aceptar aquello que no podemos cambiar.

Colibrí Cinwololo

En tu obra, muchas veces partís desde una observación minimal o un detalle aparentemente pequeño, donde luego estalla todo un universo de sentido que se expande y llega a rincones sensibles muy profundos. ¿Cómo lo lográs?

Creo que de esa manera, más que mi obra, funciona mi vida (tendrían que salir las sonrisas mientras escribo las respuestas).

Soy una eterna enamorada de los recuerdos, de los instantes, de lo que sucede ahora, pero conectada con el pasado.

Siempre creí que el pasado es maravilloso, incluso con las cosas que nos rompieron un poco, porque siento que el pasado es necesario, nos hace ser quienes somos, pero también lo veo como un puente, que nos hace seguir con todo eso, no como un ancla.

Creo que lo que nos pasó se puede “usar” por decirlo de alguna manera, como algo que nos impulsa, o como algo que nos tiene siempre ahí, comparando todo, como queriendo volver.

A mí me pasa lo primero, me impulsa, honro mi pasado, quiero seguir creciendo y ser mejor ayer, nunca siento que quiero volver a ser la que era tiempo atrás, porque ya lo fui, porque sucede la vida.

Me fui por las ramas... me pasa a menudo, pero esto iba a que un recuerdo, un perfume, una canción, un nombre, me lleva por un segundo a ese lugar, y necesito escribir, o hablar de eso, o simplemente traerlo un ratito como modo de agradecimiento.

Quizás simplemente le abrí un serenito a mi hijo y se me disparó la memoria a cuando mi mamá nos llevaba a la playa y nos hacía la cucharita con la tapita.

O escuché un tema de Virus y pensé en mi papá que siempre lo escuchaba al manejar.

O escuché en el supermercado “Sacrifice” de Elton John y me acordé del primer lento que bailé...

Así funciona mi cabeza, o mi alma, así es como empiezo a escribir siempre.

¿Qué te inspiró a escribir Diario de un colibrí y cómo fue el proceso de pasar de la experiencia personal a la creación del libro?

Diario de un colibrí es realmente un diario del día a día de una historia real. Un colibrí apareció herido en el piso con un ala rota y al ir compartiendo su evolución en las redes sociales, mucha gente que siguió su historia se empezó a involucrar. El colibrí resistió dos meses sin volar y no sobrevivió, que era un final esperado porque no se podía hacer mucho. 

El libro cuenta su historia y habla un poco de la aceptación sobre las cosas que no podemos cambiar y de entender que a veces solo nos queda ayudar y acompañar hasta donde se puede.

Diario de un colibrí_Cinwololo


En tu obra, hablas sobre el duelo y la resiliencia. ¿Cómo influyeron tus propias experiencias personales en la manera en que desarrollaste estos temas en el libro?


La mayoría de las cosas que escribí tienen relación con mi vida personal, de hecho solo Cartas de Lucía es ficción, los otros libros cuentan mis experiencias de vida y algunas situaciones dolorosas que viví en el pasado. 

Es un poco también como un diario de viaje de la vida, siempre tratando de dar un mensaje alentador, porque es así como yo veo la vida, con esto no me refiero a ese positivismo que es imposible de sostener y que termina siendo perjudicial, sino al hecho de contar desde mi lugar la forma en que luego de cada batalla volví a la vida con más fuerza, con más ganas y con muchísimo aprendizaje.

También intento transmitir la idea de que no todo se aprende desde el dolor, que también aprendemos de las bondades de la vida: estar en paz con nuestra alma, construir vínculos honestos que nos ayuden a crecer y cuidar la salud mental, son las cosas que me resultan más importantes.

¿Cómo ha sido la reacción de los lectores hacia Diario de un colibrí y cómo te ha impactado la respuesta del público?

Diario de un colibrí es la historia que más se vivió en comunidad, porque cada persona que preguntó por su evolución, o me pasó datos de profesionales, o simplemente acompañó esos dos meses fue también parte de ese libro.

Varias personas me han dicho que es un libro que habla del duelo, que ayuda a transitar ese dolor, nunca lo planteé así, pero se ve que también sin buscarlo, fue parte del mensaje que transmite.

Tu trabajo combina la narrativa con una fuerte presencia en redes sociales. ¿Cómo lograste construir una comunidad en torno a tu obra literaria y qué impacto crees que tiene en tu escritura?

Creo que la comunidad fue la que logró construir mi espacio en las redes, porque desde el primer dibujo que subí, sin intenciones de vivir de esto como lo hago hoy, tuve la compañía de mucha gente maravillosa.

Cada una de esas personas que se sumó desde el principio y me alentó a más construyó, sin saberlo, parte de lo que hoy es mi gran pasión, me dió el empujón, me acompañó en las buenas y en las malas.

Es un ida y vuelta, y al ser temas simples sin demasiada vuelta que le pueden suceder a cualquiera, quienes me leen muchas veces hablan el mismo idioma que yo.

Y eso es sumamente hermoso porque en esas respuestas yo también leo y conozco historias que me identifican.

Antes de ser escritora, sos docente de Artes Visuales. ¿Cómo influye tu formación en tu proceso de escritura?

Sinceramente no mucho... Siempre pinté y dibujé, pero empecé a escribir en el año 2016 como una manera de acompañar con reflexiones algunos de mis dibujos y de hablar de las cosas que me estaban sucediendo, con la simple intención de expresarme.

Siempre me gustó el arte en todas sus formas, también escucho música todo el tiempo, creo que uní esas dos cosas sin querer, el dibujo y la música, y de esa mezcla salió la posibilidad de escribir.

¿Qué papel juega la música en tu obra?

Para mí la música es necesaria, el silencio también pero son dos cosas que se disfrutan mucho.

Escucho música desde chica, gracias a mis hermanos que escuchaban bandas como Pink Floyd, Genesis, Gabriel, The Police... música que sigo escuchando seguido.

Luego tuve una etapa de mucho Rock Nacional, pero siempre estoy escuchando algo nuevo y algo retro a la vez.

La música acompaña, inspira, te ayuda a meditar con solo escucharla. Como dice la frase que le adjudicaron a Nietzsche, “La vida sin música sería un error”.

Las cartas de Lucía_Cinwololo

Tu estilo de escritura cruza sensibilidad y conexión con las emociones humanas. ¿Cómo describirías tu proceso creativo desde temas tan íntimos y universales como el duelo o la superación?

Escribo siempre desde lo íntimo y los procesos de la vida que no para todos son los mismos, pero muchas veces coinciden con alguien más, escribo cuando me llegan las palabras, a veces por un recuerdo, a veces por alguna situación que está atravesando alguien y me recuerda a algo que me sucedió, a veces un simple disparador que me hace querer escribir.

Me pasa en cualquier momento, a cualquier hora, nunca me siento a escribir como una obligación, no podría hacerlo, lo mismo me pasa con el dibujo, tiene que ser espontáneo, si lo fuerzo no sucede.

¿Cómo creés que la literatura puede ayudar a las personas a procesar sus emociones más profundas?

La literatura es algo muy personal y subjetivo, creo que nos ayuda a procesar las emociones siempre y cuando estemos en resonancia con la historia.

Yo podría decirte por ejemplo que toda la obra de Tolkien me emociona profundamente, me hace llorar y reír y querer estar en la Tierra Media, sin embargo a mucha gente puede parecerle aburrido.

Lo mismo pasa con todo lo demás, creo que si nos emociona, nos interpela, nos identifica, entonces nos puede ayudar a procesar lo que sentimos.

Cuando leemos algo que nos refleja, nos hace empatizar con los personajes o simplemente nos muestra otros puntos de vista, entonces ahí también estamos comprendiendo nuestras propias emociones.

¿Qué proyectos futuros tenés en mente?

Tengo un libro por la mitad que comencé hace meses pero lo puse en pausa porque en el medio me surgió la idea de Renata, y como me gusta poner toda mi energía en un solo proyecto le di ese descanso, ahora lo retomé y bueno... siguen surgiendo historias todos los días, es como si no pudiera parar de escribir.

Este libro tiene varias vivencias diferentes, varios personajes que por momentos se cruzan y es más de ficción, porque estaba basado más en el observar otros mundos que en hablar del mío. De todas maneras creo que siempre hay algo personal en lo que escribimos.

Fuera de lo que es el libro, siempre estoy haciendo de todo un poco, charlas, cursos en equipo por zoom sobre escritura creativa y Filosofía y planeando poner un vivero con macetas pintadas a mano, ese creo yo que es uno de mis más lindos proyectos a futuro.

¿Tres películas favoritas de todos los tiempos?

Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, Los puentes de Madison y Cinema Paradiso.

¿Dos discos que siempre volvés a escuchar?

Wish You Were Here de Pink Floyd y Kid A de Radiohead.

¿Un libro que te haya cambiado la vida?

El Señor de los Anillos, la trilogía. ¿Cuenta como uno? Si es solo uno, sería sin dudas El Retorno del Rey.

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