Calvario en Villa Lugano: Comerciantes denuncian cortes crónicos y falta de inversión

Vecinos y dueños de locales en el barrio Cardenal Samoré reclaman por un servicio eléctrico deficiente que se repite cada año. Pese a los fuertes aumentos en las tarifas, deben costear grupos electrógenos para no cerrar sus puertas. "No se puede trabajar así", sentenciaron.

SociedadRedacción ARG360Redacción ARG360
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La llegada del calor volvió a encender la alarma en el barrio Cardenal Samoré, en Villa Lugano. Lo que debería ser una temporada de ventas altas por las fiestas, se convirtió en una lucha por la supervivencia comercial debido a los constantes cortes de luz. Los afectados denuncian que la crisis eléctrica es una constante que, lejos de solucionarse, se agrava con el tiempo.

"Invertir para no perderlo todo"
Lucas, dueño de un almacén local, refleja la desesperación del sector. Según relató a C5N, los cortes suelen extenderse entre 24 y 48 horas, un tiempo fatal para productos que requieren cadena de frío.

"Todos los años pasa lo mismo. Desde Edesur aseguran que lo resuelven en cuatro horas, pero vas al lugar y no hay nadie trabajando", explicó.
Para salvar su stock, Lucas tuvo que desembolsar 1.200 dólares en un grupo electrógeno nuevo. "Estoy desde ayer a las cinco de la tarde custodiando el equipo. Si se apaga, pierdo los helados, los lácteos y toda la inversión de las fiestas. Es apostar a vender y terminar gastando en combustible para no fundirse", lamentó.

Tarifas en alza, servicio en baja
El contraste entre el costo del servicio y la calidad del mismo es el punto de mayor fricción. Roberto, dueño de un maxikiosco, calificó la situación como un "quilombo" diario. "Tuve que gastar 400.000 pesos en arreglar un generador y, paralelamente, me llegó una boleta de luz de 300.000 pesos. Hay que pagarla igual, aunque el servicio no exista", denunció con indignación.

Por su parte, Martín, ferretero con más de 30 años en el barrio, señaló que el problema ya no es estacional:

Antes: El sistema colapsaba solo con temperaturas extremas (40°C).
Ahora: Los cortes ocurren en primavera, otoño e invierno.
La causa: "Hacen parches, pero no una obra de fondo. Pagamos cada vez más tarifa y la inversión no aparece", aseguró Martín, quien además destacó que la falta de iluminación espanta a los clientes, afectando directamente la facturación diaria.
El impacto en los hogares
La crisis no distingue entre comercios y viviendas. María, vecina de la zona desde hace 15 años, relató el desgaste psicológico que implica vivir a oscuras. "Me hago mala sangre. Llamo cada tres horas a Edesur y al ENRE, pero no hay respuestas. Hace tres años tuve que comprarme un generador chico para mi casa porque es la única forma de tener una vida normal", concluyó.

Mientras el pronóstico anuncia días de altas temperaturas, los vecinos de Villa Lugano permanecen en alerta, exigiendo que las empresas distribuidoras y los entes reguladores pasen de las promesas a las obras concretas.

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