25 millones de argentinos bajo la línea de pobreza

Este registro ha generado un fuerte impacto, no solo por el número en sí, sino también por las implicancias sociales y económicas que este dato refleja. A continuación, analizamos los factores detrás de esta realidad y los desafíos que enfrenta el gobierno de Javier Milei para revertir la tendencia.

La estrategia económica del actual gobierno se ha centrado en la reducción del déficit fiscal y la baja de la inflación, con el objetivo de alcanzar un superávit financiero. Sin embargo, los resultados no han sido los esperados en términos de bienestar social. Si bien el presidente Milei ha insistido en que el "déficit cero es innegociable", la creciente presión política y social pone en duda la capacidad del gobierno para seguir adelante con ajustes fiscales tan estrictos, sobre todo en un contexto de recesión y creciente pobreza.

El economista Julián Folgar ha señalado que, a pesar de los esfuerzos por incrementar programas sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, la indigencia también ha mostrado un crecimiento significativo, pasando del 12% al 18%. Este aumento es particularmente preocupante en los menores, donde el índice de indigencia ha saltado al 27%, lo que sugiere que las medidas paliativas han sido insuficientes frente al deterioro económico general.

El aumento de la pobreza en un 12,8% en solo seis meses refleja el agravamiento de las condiciones económicas en el país. Según cifras oficiales, más de 24,8 millones de personas viven actualmente bajo la línea de pobreza, lo que representa un aumento de 5 millones respecto al semestre anterior. Esta situación afecta particularmente a los niños y adolescentes, donde el 66% vive en condiciones de pobreza. La indigencia, que ha alcanzado al 18,1% de la población, se duplicó en comparación con el año anterior.

Este deterioro es una consecuencia directa de la combinación de recesión económica y alta inflación. Según el vocero gubernamental Manuel Adorni, la política actual ha evitado que la pobreza alcance el 95%, un dato que ha sido ampliamente criticado por analistas que consideran que estas afirmaciones carecen de fundamento. Por el contrario, muchos expertos señalan que la principal causa del aumento de la pobreza es la fuerte caída del poder adquisitivo de los ingresos, que no han logrado mantenerse a la par de la inflación.

El impacto de las políticas económicas de Milei no ha sido homogéneo en todo el país. En los aglomerados urbanos de la provincia de Buenos Aires, la tasa de pobreza pasó del 44,9% en el segundo semestre de 2023 al 58,7% en el primer semestre de 2024, lo que refleja un aumento significativo en comparación con el resto del país. En el conurbano bonaerense, el área más poblada de Argentina, la pobreza afecta al 59,7% de la población, lo que marca un incremento de 14,2 puntos en tan solo seis meses.

El economista Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), advierte que este aumento en la pobreza es una consecuencia directa del "modelo Milei", que ha generado una transferencia de ingresos desde los sectores de menores recursos hacia los sectores más concentrados del capital. Letcher subraya que la política de ajuste fiscal, aunque efectiva para reducir la inflación, ha tenido un fuerte impacto regresivo en términos de distribución de la riqueza, afectando especialmente a los trabajadores y jubilados.

Las proyecciones a futuro no son alentadoras. Aunque el gobierno ha tomado algunas medidas para aliviar la presión sobre los bolsillos, como la moderación de aumentos en las tarifas de servicios públicos y el transporte, estas acciones no parecen ser suficientes para revertir la situación. A pesar de que se anticipa una baja en los precios de combustibles y servicios, los expertos coinciden en que la única solución real para reducir la pobreza es reactivar el crecimiento económico, un objetivo que aún parece lejano.

El economista Martín Burgos, del Centro Cultural de la Cooperación, ha comparado la situación actual con la crisis de la convertibilidad a principios de los años 2000. Según Burgos, el modelo económico de Milei enfrenta una encrucijada: devaluar el peso, lo cual podría agravar la pobreza, o mantener el tipo de cambio actual, lo que pone en riesgo la estabilidad financiera. Este dilema refleja los límites de una política económica que, aunque ha logrado contener la inflación, no ha generado condiciones para una recuperación sostenida.

La situación de pobreza en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, y las políticas económicas actuales han mostrado sus límites para resolver este problema estructural. Aunque el gobierno de Milei se ha centrado en la reducción del déficit y el control de la inflación, el costo social de estas medidas ha sido alto, con un incremento significativo en la pobreza y la indigencia. El desafío para el futuro será encontrar un equilibrio entre la estabilidad financiera y la inclusión social, un objetivo que, por ahora, parece difícil de alcanzar en el corto plazo.