¿Dónde estás, Foster?

Desde principios de este año, el nombre de Foster Gillett empezó a resonar con mucha fuerza en el fútbol argentino. El empresario norteamericano de 47 años, que tiene una fortuna de 600 millones de dólares y un grupo empresario que se dedica a la inversión deportiva, quiso desembarcar con fuerza. Con un terreno fértil para la apertura de las SAD promocionada por el gobierno de Milei, Gillett vino a llevarse todo puesto. 

En primer lugar quiso desembarcar en Estudiantes La Plata. Se proponía un acuerdo donde el empresario haría una inversión de 100 millones de dólares en 30 años. El dinero se iba a erogar en pases de jugadores, en mejoras edilicias para club y reformas en el estadio Uno. A su vez, Gillett iba a recibir como parte del acuerdo un porcentaje de las ventas de los jugadores, tickets y premios en metálico que el propio Estudiantes pudiera recibir.  El contrato se iba a votar en una asamblea de socios en febrero. 

Mientras se esperaba por dicha aprobación por parte de la masa societaria del club platense, Gillett compró por 15 millones de dólares a Cristian Medina, volante de Boca Juniors, para darle confiabilidad a la dirigencia del pincha y a sus socios. Además, les prometió 10 millones de dólares más para el mercado de pases.  

Mientras el acuerdo con Estudiantes caminaba y se veía que Gillett podía ser una persona confiable, el empresario decidió comprar jugadores jóvenes del fútbol argentino para depositarlos en Europa y lograr una rentabilidad con esos pases. Primero se decidió por Valentín Gómez, capitán y figura de un Vélez que salió campeón en el 2024. El talentosísimo defensor de 21 años vio con buenos ojos la posibilidad porque su deseo era emigrar. Gillett arregló de palabra con el representante de Gómez el pago de la cláusula y que lo iba a llevar al Udinese de Italia. El representante le manifestó al club de Liniers las intenciones y decidieron liberarlo sin recibir un peso.

A su vez que Gillett compraba a Valentín Gómez, mostró interés en Rodrigo Villagra, volante de River Plate de 23 años. Con el mismo modus operandi, el empresario le notificó al representante de Villagra que quería comprarlo por la cláusula de rescisión del contrato. El apoderado del jugador se lo notificó a River y entre el club y representante firmaron un poder donde se hablaba de los montos del pase y los plazos para depositar el dinero. El jugador fue liberado a la espera de su próximo club. 

Gómez fue para el Udinese e hizo la revisión, pero pasaron los días y la plata a Vélez no llegó. El jugador, mientras tanto, entrenaba en una plaza de Udine porque no se le permitía entrenar con el plantel profesional del equipo italiano hasta que apareciera el dinero. El 28 de enero debía depositar los 8,5 millones de dólares. Por pedido del jugador se extendieron los plazos para esperar a Gillett. Pero el dinero en Liniers nunca llegó. El mercado de pases cerró la semana pasada en Italia y Valentín Gómez no pudo cumplir su sueño de jugar en el viejo continente. Estuvo un mes entrenando en una plaza y el 3 de marzo se debe incorporar a Vélez. 

Villagra corrió con la misma suerte. A la espera del pago de Gillett a su representante para que ejecute la cláusula de 11 millones de dólares, se estuvo entrenando en Ezeiza, en un boulevard. En redes sociales se compartieron videos del volante corriendo por la calle. La situación del joven volante tenía un agravante y es que no tenía un club definido para ir. De todos modos, la plata en Nuñez nunca se depositó y el pase se cayó. Villagra sigue sin reincorporarse al plantel profesional de River y la dirigencia del Millonario le busca una salida del club.

Estudiantes, por su parte, sigue esperando los 10 millones de dólares prometidos por Foster Gillett. Esa plata nunca fue depositada en el club, El club había asumido compromisos de compra de diferentes jugadores como Lucas Alario y Gonzalo Piovi. El Pincha tuvo que usar dinero adelantado de los premios de Conmebol para pagar los pases de dichos jugadores. Juan Sebastián Verón, presidente del pincha y promotor de la llegada de Gillett, ante la incertidumbre del acuerdo, declaró a CieloSports: “El club le pidió un préstamo a Foster y bueno, ahora tiene que aguardar estas cuestiones burocráticas. “La interna dirigencial no se va a llevar puesto a Foster, porque es un proyecto mío. De última me llevará puesto a mí. El club lo caminé y lo pusimos bien, ya está. No tengo más ganas de seguir renegando”. Mientras tanto, la asamblea de socios se sigue aplazando hasta que el norteamericano aparezca.

Desde el lado del empresario, ante tantos pasos en falso, se declaró que Gillett estaba desanimado por la situación ya que el gobierno argentino le prometió que iban a avanzar en el proyecto de las SAD para que él pudiera comprar un club. A su vez, Guillermo Tofoni, apoderado de Gillett en el país, dijo en una entrevista a Beo Sports: “Parte de la prensa mal informa. Estudiantes demoró la Asamblea. Al no haber Asamblea, Foster tenía cero obligación de invertir en Estudiantes. Le dio activos a Estudiantes por 20 millones de dólares como gesto de buena voluntad”. 

Además, Tofoni justificó la caída de los pases de Villagra y Gómez. Sobre Villagra declaró: ”No se cometió ningún tipo de desprolijidad. La gente que tiene Foster en Argentina trató el asunto, hablaron con el representante, se mandaron alguna que otra idea, pero no se firmó. Nunca hubo un acuerdo firmado". Sobre el pase de Valentí Gómez dijo: “El caso de Valentín Gómez es diferente, porque ahí sí hubo un contrato, sí se firmó ante escribanía. Foster presentó para esa operación, vamos a poner, 10 millones y avales por 50 millones de dólares, que finalmente Vélez no aceptó. Como la transferencia no llegó ni en tiempo ni en forma, Vélez prefirió no hacer la venta”.