Es momento de reemplazar “soy yo” por “YO SOY”

13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? 
¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? 
¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 
15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? 
Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que 
anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

Romanos 10: 13-14-15 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Entendí que no se trata de lo que yo quiero si no de lo que Dios quiere de mí, en el tiempo que escudriño sus estatutos y mandamientos perpetuos y por medio de ello conocí y entendí que Él es el Principio y el Fin, el Alfa y la Omega, que es por medio de la Gracia y su amor infinito que nosotros existimos.

Nuestra sociedad atraviesa una de las enfermedades más grandes del mundo, el endurecimiento de corazones, me recuerda a la época en que Jehová hizo lo mismo con el Faraón cuando le pidió por medio de Moisés que dejará a su pueblo, Israel, en libertad para que así pudiera ir a servirlo y el Faraón pecó contra Papá Dios y no hizo caso a su mandamiento. (Éxodo)

Pues es lo mismo que nos pasa como pueblo, nos hemos olvidado de que Dios da y Dios quita.

León rugiente y oso hambriento. Es el príncipe impío sobre el pueblo pobre.

El príncipe falto de entendimiento multiplicará la extorsión; Más el que aborrece la avaricia prolongará sus días (Pr. 28;15,16).

Cuando me involucré en la política, lo hice creyendo que ese era el camino para ayudar a las personas y entendí que para poder ayudar e impactar positivamente transformando la vida de las personas, uno tiene que tener compromiso y que principalmente se tiene que tener amor y  valor para cumplir la promesa de la ruta trazada con la mirada en nuestro Salvador.

No podemos hacer absolutamente nada por nadie si no conocemos a nuestro Señor Jesucristo. Primero debemos de reconocer que Él es el único que nos puede liberar de las manos de nuestros enemigos opresores, él nos amó primero a nosotros y en la Cruz del Calvario por medio de su Gracia fuimos redimidos, limpiados y liberados de nuestros pecados.

Pero este pueblo se ha olvidado de la enseñanza del gran YO SOY, la enseñanza de nuestro Señor Jehová, y utilizan el nombre de Dios Omnipotente en vano, invocando con liviandad su santo nombre diciendo las fuerzas del cielo me acompañan y se escudan en un falso evangelio. En vano es alardear de las palabras de Dios y no vivir conforme a sus estatutos y sus leyes. Jehová no ama al tirano, no ama la injusticia, no ama la soberbia y no ama a los burladores y no ama al que no oye ni hace su ley, ante sus ojos esto es abominación y en su palabra dice que los hombres que hagan así, serán cortados de su pueblo para siempre. Dios aborrece la injusticia.

La mayoría han caído en la avaricia y se han olvidado del pueblo menesteroso, no damos abrigo al hermano desnudo, no damos pan al hambriento, no amamos a nuestro prójimo, nos hemos vueltos egoístas y nos hemos olvidado de la enseñanza de Jehová y de buscar su justicia y buscamos la justicia del hombre que ante los ojos de nuestro Señor es injusto. 

Esto no se trata de religiones, de quien cree más o menos, o quién invoca más veces a Dios durante el día, se trata del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Se trata de sus buenas nuevas, se trata de los que anuncian la paz.

Se trata de algo más profundo y es el conocer lo verdadero importante para nuestras vidas, que muchas veces con el afán diario de las obligaciones y lo que creemos nosotros urgente, dejamos de ver realmente las cosas como son. Dios es quien provee. Dios es quien controla absolutamente todo, pero cómo podemos creer y ver sus maravillas si no lo tenemos en nuestros corazones.

¿Quieres amor? Primero conoce a Dios. ¿Quieres riquezas? Primero busca las riquezas de Dios. ¿Quieres justicia? Primero busca la justicia del Reino de Dios. ¿Quieres agradar a las personas? Primeramente, debes de buscar agradar a Dios. Porque de nada sirve agradar al hombre que es del mundo y no agradar a Dios que es quien creó todo lo que conocemos y lo que no conocemos.

Y como seres humanos debemos de reflexionar acerca de nuestras obligaciones humanitarias. Muchas veces nos creemos sabios en nuestro entender y Él en su infinita sabiduría nos da a entender que somos unos ignorantes, que en realidad no sabemos absolutamente nada, bien dice su palabra; el principio de la sabiduría es el temor de Jehová; (Pr. 1;7). Todo camino del hombre es recto ante sus propios ojos, pero Jehová pesa los corazones. (Pr.21;2).

En primer lugar debemos de poner a Dios, y tenemos que tener una comunión real con Él por medio de la oración, más no seamos hipócritas en nuestro orar. (San Mateo 6. 5,13).

Si estamos en comunión con nuestro Padre Celestial, podemos obrar conforme a sus mandamientos e imitar sus pasos, y lograr una sociedad mejor, debemos de tener memoria de que cuando el pueblo le dió la espalda a Dios y Él los castigó, por ello queridos hermanos y queridas hermanas tengamos memoria, busquemos de Dios con todo nuestro corazón y con todas nuestras fuerzas y guardemos su ley, porque es su mandato que nos dejó para enseñar a nuestros hijos e hijas, a las congregaciones de generación en generación. 

Sí. Amén.

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